El solsticio de invierno marca el inicio de la temporada de mascaradas en Asturias, una tradición de raíces paganas que llena de magia el mundo rural.
Los Aguilandeiros de San Xuan de Villapañada serán los primeros en salir este sábado 20 de diciembre, inaugurando un ciclo festivo que se prolonga hasta casi la primavera.
Ataviados con enigmáticas máscaras y coloridos ropajes, estos personajes recorren las calles pidiendo el aguinaldo, bailando y gastando bromas a vecinos y visitantes.
Con la llegada del solsticio de invierno, Asturias revive una de sus tradiciones más ancestrales y mágicas. Las mascaradas de invierno, festejos de profundo carácter ritual y raíces paganas, despiertan en el mundo rural para ofrecer un espectáculo único de color, música y misterio.
Este año, el honor de inaugurar la temporada recae en los Aguilandeiros de San Xuan de Villapañada, en el concejo de Grado. Su salida, programada para el sábado 20 de diciembre, marca el pistoletazo de salida a un ciclo festivo que se extenderá durante varias semanas, manteniendo viva una costumbre que hunde sus raíces en los ritos de renovación del ciclo natural.
El noroeste peninsular atesora un fascinante patrimonio de celebraciones invernales donde mitos, leyendas y máscaras se funden en un ritual comunitario.
Las mascaradas invernales son mucho más que una simple fiesta. Representan un complejo entramado de símbolos y significados donde se mezclan elementos precristianos con tradiciones populares. Los personajes que las protagonizan, ataviados con indumentarias llamativas y máscaras que ocultan su identidad, encarnan arquetipos universales.
El programa de los Aguilandeiros para el día 20 es un buen ejemplo de cómo se desarrolla una mascarada tradicional. La jornada comenzará a las 10 de la mañana en el albergue de San Xuan de Villapañada. Desde allí, el cortejo de personajes iniciará su recorrido por las calles de la localidad.
La mascarada es un rito de inversión donde lo cotidiano se trastoca, los personajes enmascarados desafían el orden establecido y la comunidad se renueva mediante la risa y la celebración.
El ritual del aguinaldo es una parte central de la celebración. Los Aguilandeiros visitarán las casas puerta por puerta, donde ejecutarán sus danzas tradicionales a cambio de una pequeña contribución en comida o dinero. Este intercambio simboliza la prosperidad que se desea para el nuevo ciclo que comienza con el solsticio.
La vertiente lúdica y transgresora también está muy presente. Estos enigmáticos personajes tienen licencia para gastar bromas e ingeniosas trastadas tanto a vecinos como a visitantes, creando un ambiente de complicidad y alegría colectiva donde las normas sociales habituales se relajan temporalmente.
La jornada culminará con una gran fiesta en el campo de la iglesia, donde la música tomará el relevo. La Bandina Los Collaínos será la encargada de amenizar el evento, que contará con carpa y servicio de bar para que todos los asistentes puedan disfrutar de la celebración hasta bien entrada la tarde.
Cada mascarada es un teatro popular donde la comunidad se mira a sí misma, se ríe de sus propias convenciones y reafirma su identidad a través de símbolos ancestrales.
La celebración de los Aguilandeiros es solo el comienzo. A lo largo de las próximas semanas, diferentes localidades asturianas verán desfilar a sus propios personajes enmascarados, cada uno con sus particularidades pero compartiendo un sustrato común. Este calendario festivo invernal incluye figuras tan conocidas como:
- Los Guirrios y Madamas de diferentes concejos
- Los Zamarrones de la zona occidental
- Los Personajes de Antroxu (Carnaval) que aparecerán más adelante
- Las máscaras de animales y seres fantásticos que pueblan estas tradiciones
La pervivencia de estas mascaradas demuestra la vitalidad de la cultura tradicional asturiana. Lejos de ser reliquias del pasado, estas celebraciones se reinventan cada año, manteniendo su esencia mientras se adaptan a los nuevos tiempos. Constituyen un patrimonio cultural vivo que atrae tanto a estudiosos de la antropología como a turistas en busca de experiencias auténticas.
Para el visitante, presenciar una mascarada invernal en Asturias es una oportunidad única de sumergirse en una tradición milenaria. Es aconsejable informarse con antelación sobre fechas y horarios exactos, respetar siempre el desarrollo del ritual y, sobre todo, dejarse llevar por la magia de un espectáculo donde lo sagrado y lo profano, lo ancestral y lo contemporáneo, se dan la mano en una celebración comunitaria irrepetible.
